Casi cualquier persona occidental relacionará la expresión Antiguo Testamento con las Escrituras hebreas que pertenecen a la Biblia. Pero lo que pocos sabrán es que esa expresión es un error de traducción.
Si vamos a la Vulgata Latina y buscamos 2 Corintios 3:14 leemos lo siguiente:
Esta forma de verter la traducción del versículo es común en la Vulgata Latina, en la Reina Valera y otras. En cambio en otras traducciones, como en la Biblia de Las Américas o la Traducción del Nuevo Mundo se vierte esta expresión como Antiguo Pacto y Antigua Alianza en otros casos.
¿Por qué se traduce mal? El vocablo griego original es di·a·thḗ·kēs que siempre significa “pacto“. Eso desde el punto de vista semántico. Pero desde el punto de vista del contexto, teniendo en cuenta la intención del autor, podemos concluir que Pablo no se está refiriendo al conjunto de libros que componen las Escrituras Hebreoarameas, sino al antiguo pacto de la Ley que dio Dios a su pueblo Israel y que Moisés registró en el Pentateuco. Aunque se encuentra en las Escrituras Hebreoarameas, solo es una parte de las mismas. De hecho, en el versículo 15, el siguiente al anteriormente citado, Pablo menciona “Cuando se lee a Moisés“, disipando cualquier duda que pudiera surgir en cuanto a esto.
Además cuando Pablo o Jesucristo se refieren a la Biblia, no hacen distinción entre Escrituras Hebreas o Escrituras Griegas, sino que se refieren a ellas como “las Escrituras“, “los santos escritos” o “las santas Escrituras“.
Podemos concluir que utilizar los términos Antiguo Testamento y Nuevo Testamento es totalmente erróneo. Aun así, en esta web, utilizaremos en alguna ocasión estas expresiones para situar al lector neófito y ayudarle en la comprensión de los textos.